De Woodstock se ha escrito tanto que lo único nuevo sería analizarlo desde una perspectiva crítica y sin apasionamientos. Para comprender lo que sucedió en Woodstock hay que asimilar y aceptar primero que los medios de comunicación ejercen un gran poder en nuestra percepción de la realidad, invisibilizando o magnificando los hechos, sean cuales fueren, en función de los intereses del capital. Entendido esto, se podría afirmar sin temor a equivocarnos que el Festival de Woodstock fue mitificado desde el mismo instante en que éste se estaba llevando a cabo: la prensa y la televisión le dedicaron especial atención y los periodistas escribían toda clase de alabanzas elevándolo a niveles de proporciones épicas. La revista 'Time' lo calificó como "El festival de la Era de Acuario" y "El espectáculo más grande de la historia". La revista 'Life' le dedicó fotos y posteriormente ediciones especiales aniversarias. La película rodada durante el festival y estrenada el 26 de marzo de 1970 ganando el Oscar ese año como mejor documental, junto al álbum triple: 'Woodstock: Music from the Original Soundtrack and More', editado originalmente por el sello 'Atlantic Records/Cotillion', terminarían por marcar para siempre el mito de Woodstock.
Festival Gratuito
La motivación de los organizadores para realizar el festival fue el lucro. Breve: un inversionista publicó un aviso en la prensa ofreciendo capital a quién tuviese una idea de inversión. Tras leer el anuncio, dos emprendedores lo contactaron y le propusieron la idea de abrir un estudio de grabación, pero luego acordaron organizar un Festival. El sitio escogido fue Woodstock, New York. Luego registraron una empresa la cuál llamaron 'Woodstock Ventures'. Pero, en el último momento, presentaron problemas con la locación relacionados con el permiso y tuvieron que trasladar el festival a Bethel, a la granja de un sujeto llamado Max Yasgur que en principio simpatizaba con los hippies hasta que éstos se marcharon al cuarto día dejando sus tierras vuelta un desastre. Yasgur, posteriormente, fue demandado por sus vecinos por daños a la propiedad. En fin, de altruismo nada. Incluso, el mismo viernes 15, antes de dar inicio al festival, los organizadores ya andaban negociando con Warner Bros el porcentaje de ganancia por filmar la película; tenían cubierta la paga de las bandas y habían vendido más del triple de las entradas que habían calculado. En vista de la avalancha de gente y la acción directa de los 'motherfuckers' (grupo de anarquistas de los barrios de New York que, hartos del movimiento hippie al que tildaban de ingenuos, romperían la cerca para dejar pasar a los asistentes), los organizadores no tuvieron más remedio que declarar el festival 'abierto' para todos. Sacando ventaja de ello, quedaron como los héroes del asunto.
Por otro lado, estaban las bandas que odiaban estar allí, como The Who, que criticaban la mala organización y exigían el pago en efectivo, incluso, antes de montarse en tarima. Los organizadores se vieron obligados a enviar un helicóptero a New York a buscar 25.000 dólares en efectivo y pagar a las bandas que así lo exigían: The Who, Jefferson Airplane y Gratefuld Dead. Éstas dos últimas, bandas emblemáticas del movimiento hippie, del sonido psicodélico de San Francisco, de la Paz y el Amor y toda el rollo. El origen de Woodstock nunca tuvo motivaciones altruistas y su posterior gratuidad fue debido a la presión de la avalancha de gente, a la mala organización y a la acción directa de los 'motherfuckers'. El lucro fue siempre el movil de Woodstock, lo que indica que el movimiento hippie, en 1969, ya lo había absorbido el sistema.
Por otro lado, estaban las bandas que odiaban estar allí, como The Who, que criticaban la mala organización y exigían el pago en efectivo, incluso, antes de montarse en tarima. Los organizadores se vieron obligados a enviar un helicóptero a New York a buscar 25.000 dólares en efectivo y pagar a las bandas que así lo exigían: The Who, Jefferson Airplane y Gratefuld Dead. Éstas dos últimas, bandas emblemáticas del movimiento hippie, del sonido psicodélico de San Francisco, de la Paz y el Amor y toda el rollo. El origen de Woodstock nunca tuvo motivaciones altruistas y su posterior gratuidad fue debido a la presión de la avalancha de gente, a la mala organización y a la acción directa de los 'motherfuckers'. El lucro fue siempre el movil de Woodstock, lo que indica que el movimiento hippie, en 1969, ya lo había absorbido el sistema.
Éxito Comercial: El Cliché Woodstock
Woodstock supone una victoria del capitalismo sobre la generación hippie (término, por cierto, creado por los medios), y supone uno de los mayores éxitos de la industria musical que marcaría el inicio de futuros festivales y conciertos masivos con fines de lucro (es a partir del festival de la Isla de Wight, 1970, cuando comienza la discriminación en las ventas de entradas: General y VIP) . En cada concierto que organizan para conmemorar el festival se aprecia a una generación de jóvenes mediatizados, carentes de ideas originales, imitando poses y actitudes que vieron en la película de Woodstock. Y cada año muchos siguen deseando haber estado allí. Todo un sentimiento alimentado por la propaganda, la magnificación del mito y el cliché, de los medios de comunicación.
Imágenes de Woodstock 94: en conmemoración del 25 aniversario del festival.
En Venezuela, partes de la película fueron censuradas durante su estreno y hay quienes dicen que en ocasiones expulsaban a los jóvenes de las salas de cine por fumar marihuana. Posteriormente se organizarían conciertos inspirados en el festival, como "El Festival de las Flores" llevado a cabo el 13 de junio de 1970 en la concha acústica del Parque del Este, en Caracas, al que asistieron 12.000 personas.
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Pero no todos añoran el festival o se arrepienten de no haber estado en Woodstock:
Judy Collins, cantante y guitarista: "Gracias a dios no fui invitada, aunque pasé por allí cuando iba de camino a Williamstown, en el estado de Massachussets. Y me quedé horrorizada. El fango, la multitud, la lluvia... Al final decidí salir del recinto del festival y aseguro que nunca me he arrepentido por perdérmelo. Yo creo que las bondades de Woodstock son un mito."
Roger Daltrey, vocalista de The Who: "Woodstock fue uno de los peores shows de nuestra historia. El sonido era muy malo. Pete estaba molesto con la organización y llevábamos sin dormir varios días a causa del programa de la gira, que era muy apretado. Estábamos tensos, nerviosos y Pete, sobre todo, odiaba estar allí."
Carlos Santana: "Un caos total. Sí, la verdad es que Woodstock fue algo grande, pero también fue el caos más grande que he visto nunca. Lo jodido es que llovía y llovía sin parar. Me acuerdo que Gratefuld Dead, como siempre, estaban pasados de porros y parecían muy tranquilos, en cambio, otra gente de los que estaban allí cuyos nombres no voy a decir, aunque se suponía que eran hippies y estaban a gusto entre la gente y sus hermanes y bla, bla, bla, no hacían más que despotricar contra la organización porque no tenían grandes limousinas a su disposición, les jodía mojarse con la lluvia y todo les parecía una mierda."
Por otro lado, una ingenua idealista Joni Mitchell, que no habiendo asistido al festival pero inspirada en éste, le compuso la canción 'Woodstock' en la que decía: "somos polvos de estrellas / somos de oro". Sin embargo, no todos concordaban con la visión cándida de la cantante. Grace Slick, vocalista de Jefferson Airplane: "Me encanta Joni, pero eso de 'somos polvos de estrellas' es mierda, no tengo la misma opinión que ella. Woodstock fue grande pero realmente desordenado".
Lo cierto es que sin la acción de los medios de comunicación: revistas, prensa, televisión y cine, Woodstock habría pasado a la historia como otro festival más de los que se celebraban al aire libre en Estados Unidos. La diferencia es que a Wodostock acudieron más personas, colapsando las vías y llamando la atención por ese hecho que, en definitiva, es el más significativo de todos: 500.000 personas, en su mayoría jóvenes que se oponían a los valores hipócritas y conservadores de la sociedad estadounidense (la propiedad, el trabajo asalariado, el dinero, el consumo, la competencia, el racismo, etc.), se desplazaron de diferentes partes del país para asistir a un festival de tres días de paz y música donde sólo tres personas fallecieron: uno de sobredosis de drogas; un joven de 17 años atropellado, mientras dormía, por un tractor que apilaba sacos de dormir; y otro de apendicitis. Un concierto sin policías donde se puso en práctica el apoyo mutuo. Las comunas organizadas cocinaban y repartían comida gratis. Woodstock fue el grito de una generación audaz que se atrevió a
demostrarle al mundo que, a pesar de nuestras diferencias e
inconvenientes que se nos puedan presentar, sí podemos convivir en paz.
Ese es su verdadero legado.
Hoy día, en la cultura actual del alcohol (droga causal de violencia por excelencia) nadie se atrevería a organizar un concierto para mil personas sin contar con una rígida seguridad porque, seguramente, tendría que ser suspendido por violencia (ver experiencia de Altamont, 1969).
Existe una teoría que afirma que Woodstock y todo el movimiento hippie, e incluso la aparición del fenómeno Beatles, se debió a una conspiración del FBI junto a una institución llamada Tavistock.
Así lo asegura Daniel Estulin, investigador ruso, en su libro 'Los Secretos del Club Bilderberg' (2007):
[comienzo del extracto] "Los Beatles, los Rolling Stones, Monterey, Woodstock, la emisora Top 40 y MTV son metáforas de un lavado de cerebro devastador, cortesía del Instituto Tavistock de Comportamiento Humano. Creíamos que habíamos «descubierto» a los Beatles, a los Rolling Stones, a los Animals y a los Mamas & the Papas. Sin embargo, cruel y previsoramente, a las órdenes del Tavistock, los investigadores sociales más brillantes del planeta nos implantaron esos grupos. Formaban parte de un experimento humano de alto secreto de efectividad devastadora, que pretendía degradar al individuo y reducir su esfera de influencia espiritual. [...] en efecto, ha sido un esfuerzo continuo durante el siglo pasado: degradar al hombre hasta dejarlo al nivel de la bestia, el sueño de Friedrich Nietzsche de hombrebestia visto a través de los ojos del Club Bilderberg, su extrema locura."
"«En Woodstock escribe el periodista Donald Phau, casi medio millón de jóvenes se reunieron para que les drogaran y les lavaran el cerebro en una granja. Las víctimas estaban aisladas, rodeadas de inmundicia, hasta los topes de drogas psicodélicas y se las mantuvo despiertas durante tres días consecutivos, todo con la plena complicidad del FBI y de altos cargos del gobierno. La seguridad del concierto la aportó una comuna hippie entrenada en la distribución masiva de LSD."
"[...] Artie Kornfeld, director de Capitol Records (propiedad de EMI), es el hombre a quien se suele acreditar como el creador de Woodstock. La financiación la aportó John Roberts, heredero de un imperio farmacéutico. Joel Rosenmann, director de Woodstock, decía, conforme se acercaba el concierto, que «la comida y el agua claramente iban a escasear, las instalaciones sanitarias desbordadas, los nervios a flor de piel, las drogas abundantes. Lo peor de todo es que no habrá forma de que nadie, aunque quiera, se pueda ir». Que te sentaras sobre tus propios excrementos era, de hecho, parte del plan, como John Roberts escribió bromeando: «Vamos a entregar plátanos en la puerta para retener a nuestros clientes.»"
"Una comuna hippie conocida como la Hog Farm (la granja de cerdos) fue contratada para que se encargara de la seguridad. Esta comuna estaba dirigida por un tal Wavy Graver, que conjuntamente con Ken Kesey (autor de Alguien voló sobre el nido del cuco, que reflejaba sus experiencias como voluntario en experimentos médicos sobre los efectos del LSD) participó en la operación MKUltra. Sin embargo, los organizadores de conciertos sabían perfectamente que Hog Farm estaba metida en tráfico de drogas. John Roberts escribe: «Lo único que cobraron fue el transporte a y desde el festival [...] una fuerza de seguridad que tenía la misma pinta, hablaba igual y olía igual que el público entre el que se movía sería a la vez muy creíble y altamente efectiva [...] y lo más importante, sabían de drogas, distinguían el buen ácido del malo, los buenos viajes de los malos, la medicina del veneno, etc..» La famosa comuna hippie secreta, Hog Farm, no era otra cosa que un grupo psicodélico de la costa Oeste llamada los «Merry Pranksters», que distribuyeron LSD en el festival y estaban dirigidos por el propio Ken Kesey y controlados por agentes de la operación MKUltra de la CIA."
"[...] Artie Kornfeld, director de Capitol Records (propiedad de EMI), es el hombre a quien se suele acreditar como el creador de Woodstock. La financiación la aportó John Roberts, heredero de un imperio farmacéutico. Joel Rosenmann, director de Woodstock, decía, conforme se acercaba el concierto, que «la comida y el agua claramente iban a escasear, las instalaciones sanitarias desbordadas, los nervios a flor de piel, las drogas abundantes. Lo peor de todo es que no habrá forma de que nadie, aunque quiera, se pueda ir». Que te sentaras sobre tus propios excrementos era, de hecho, parte del plan, como John Roberts escribió bromeando: «Vamos a entregar plátanos en la puerta para retener a nuestros clientes.»"
"Una comuna hippie conocida como la Hog Farm (la granja de cerdos) fue contratada para que se encargara de la seguridad. Esta comuna estaba dirigida por un tal Wavy Graver, que conjuntamente con Ken Kesey (autor de Alguien voló sobre el nido del cuco, que reflejaba sus experiencias como voluntario en experimentos médicos sobre los efectos del LSD) participó en la operación MKUltra. Sin embargo, los organizadores de conciertos sabían perfectamente que Hog Farm estaba metida en tráfico de drogas. John Roberts escribe: «Lo único que cobraron fue el transporte a y desde el festival [...] una fuerza de seguridad que tenía la misma pinta, hablaba igual y olía igual que el público entre el que se movía sería a la vez muy creíble y altamente efectiva [...] y lo más importante, sabían de drogas, distinguían el buen ácido del malo, los buenos viajes de los malos, la medicina del veneno, etc..» La famosa comuna hippie secreta, Hog Farm, no era otra cosa que un grupo psicodélico de la costa Oeste llamada los «Merry Pranksters», que distribuyeron LSD en el festival y estaban dirigidos por el propio Ken Kesey y controlados por agentes de la operación MKUltra de la CIA."
Empieza el experimento:
"Donald Phau, en su Satanic Roots of Rock, describe el acontecimiento: «Dos días antes de la fecha prevista para el inicio del concierto ya habían llegado cincuenta mil chavales a Woodstock. Inmediatamente empezaron a circular las drogas.» Mucha gente llevó a sus bebés y, como afirma Roberts, incluso los bebés fueron drogados: nos dice que en un lago cercano «niños pequeños nadaban desnudos, fumaban hierba y se empapaban de esa música»."
"En el mismo libro, Phau también sostiene que «durante los siguientes tres días, el casi medio millón de jóvenes que llegó allí fue sometido a una exposición continua a las drogas y a la música rock. Debido a las lluvias torrenciales se vieron obligados a caminar con barro hasta las rodillas. No había refugios y no había forma de salir de allí. Los coches estaban aparcados a más de trece kilómetros. Roseman escribe que la clave del “experimento Woodstock” fue “mantener a los cantantes actuando las veinticuatro horas del día para mantener a los chavales en trance...” El 17 de agosto, The New York Times informaba que: “Esta noche un portavoz del festival avisó desde el escenario que estaba circulando “ácido defectuoso” [LSD]. Dijo: “No estáis tomando veneno. El ácido no es venenoso. Sólo sucede que está mal manufacturado. No os vais a morir... Así que si creéis que habéis tomado veneno, no es cierto. Pero si os preocupa este tema, tomad sólo media tableta.” Ese consejo, ofrecido a casi medio millón de jóvenes, de que “tomasen sólo media tableta”, lo ofreció sobre el escenario nada menos que el agente del MKUltra, Wavy Gravy»."
"El movimiento psicodélico ganó mucho impulso entre 1965 y 1967, culminando con acontecimientos como Woodstock. Sin embargo, desapareció tan rápido como había llegado. El LSD fue declarado ilegal, Jimi Hendrix y Janis Joplin murieron, Timothy Leary dejó de pronunciar discursos y Estados Unidos, tras fracasar miserablemente en Vietnam, entró en la deprimente década de 1970. Y el Bilderberg estaba ahí, a la espera, preparado para aprovechar esa apatía en beneficio propio." [fin del extracto]
Conspiración o no, lo cierto es que Woodstock seguirá siendo recordado por mucho tiempo como el concierto más grande de todos los tiempos. Salud.
ValoRock
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